Comunicado de los obispos polacos ante el Sínodo de la familia

A través de la web de la Conferencia Episcopal de Polonia, los obispos de ese país manifiestan sus reflexiones sobre la familia pocos días antes del comienzo del Sínodo en Roma. En la elaboración de sus conclusiones han tenido en cuenta los cuestionarios distribuidos como preparación del trabajo sinodal, respondidos por numerosas familias. Después de expresar su gratitud al Papa por la convocatoria del Sínodo, y de pedir oraciones por esa asamblea, dividen el comunicado en nueve puntos, de los que a continuación hacemos una síntesis:
- La enseñanza de los papas y los obispos basada en la Escritura y la Tradición muestra que el matrimonio y la familia se encuentran entre los bienes más preciosos de la humanidad, y por tanto deben ser preservados con particular solicitud. Y recuerdan que el matrimonio es una realidad divina y humana que Cristo elevó a la dignidad sacramental.
- Dan gracias a Dios porque en su país hay multitud de familias sanas que cuidan de su vocación, en situaciones buenas y malas, y agradecen a los sacerdotes el cuidado pastoral que les ofrecen.
- Recuerdan las palabras de Cristo sobre la indisolubilidad del matrimonio. "En la Iglesia Católica no hay divorcio ni proceso que conduzca al divorcio", y añaden: "solo hay un proceso que aclara individualmente si hubo matrimonio o no”. Subrayan la necesidad de una mayor atención hacia las personas que viven en uniones de hecho.
- Acerca de los matrimonios que todavía no han podido tener hijos, los obispos aseguran su atención pastoral, y recuerdan -citando al papa Francisco- que no está permitido para un católico acceder a la fecundación artificial. Igualmente muestran su cercanía con los matrimonios que han perdido un hijo por un aborto natural e indican que el hijo no nacido fallecido en el seno materno debe recibir sepultura cristiana.
- Alaban a los matrimonios que, de forma prudente y generosa, han optado por tener muchos hijos. La gratitud se extiende a los que han decidido adoptar. Esperan que el Sínodo sea una ayuda también para las familias numerosas, que son contribución indispensable para el futuro de la Iglesia y de la sociedad.
- Subrayan la necesidad de atender de todas las maneras posibles a las familias que están en una situación de pobreza, o que tienen personas enfermas o ancianas a su cargo, y a las que han tenido que dividirse por causa de la emigración. Piden sensibilizar a los jóvenes en esa tarea.
- Sobre las personas que viven solas, tanto por decisión personal como por circunstancias no deseadas que ocurren en la vida, piden para ellas una adecuada atención pastoral e incluso ver la forma de involucrarlas en el servicio a las familias más necesitadas.
- Constatan que el 90% de los jóvenes polacos ven el matrimonio y la familia como el método ideal para alcanzar la felicidad, pero al mismo tiempo se da un aumento de las uniones civiles, no matrimoniales. Es necesario, afirman, una revalorización del matrimonio y una mejor preparación en el periodo catequético previo a la recepción del sacramento.
- Afirman la doctrina católica acerca de la comunión a los divorciados vueltos a casar. Citan palabras recientes del papa Francisco en las que afirma que la Eucaristía «no es una oración privada o una bonita experiencia espiritual», ya que «Nutrirnos de ese "Pan de vida" significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, sus pensamientos, sus comportamientos». En ese sentido, recuerdan que el can. 916 del Código impide acercarse a la Comunión a quien tiene conciencia de hallarse en pecado grave.
«La familia», concluye el comunicado de la Conferencia Episcopal de Polonia, «es obra y propiedad de Dios. Es por eso que nos preparamos para el próximo Sínodo con fe, esperanza y caridad».
Fuentes: Conferencia Episcopal de Polonia y Agencia SIR
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